
Entre emociones intensas y decisiones difíciles: el poder de la flexibilidad psicológica
agosto 8, 2025
7 Señales de que Tus Emociones Silenciadas Te Controlan
agosto 19, 2025¿Qué implica amarme?, ¿Cómo logro una conexión real conmigo?
A primera vista, amarse suena como un concepto sencillo, casi un cliché. Lo vemos en revistas, blogs, y redes sociales, donde se habla del amor propio con gran frecuencia. Sin embargo, este concepto va mucho más allá de una «selfie» con una frase bonita o de un acto superficial. Es, en realidad, un proceso tan complejo como satisfactorio, una travesía que nos lleva a enfrentar inseguridades y obstáculos. A menudo, este camino nos hace dudar de su eficacia, de si realmente vale la pena indagar en nosotros, aceptarnos y conectar con nuestro verdadero yo. No obstante, el amor propio es el camino hacia una vida plena y consciente, una senda que nos transforma y nos permite percibir el mundo desde una perspectiva completamente nueva, comprendiendo nuestro verdadero valor y dejando de conformarnos con menos de lo que merecemos.
La forma en que nos vemos y lo que creemos merecer influye profundamente en nuestra vida. Impacta nuestra motivación, la manera en que interactuamos con quienes nos rodean (ya sean parejas, amigos o colegas), y tiene un peso enorme en la toma de decisiones. Influye en los riesgos que estamos dispuestos a asumir y, de manera crucial, nos hace más conscientes de las consecuencias de nuestras acciones en nuestro futuro. Cuando hablamos de amor propio, hablamos de aceptación, valoración, respeto, comprensión y consideración hacia nosotros mismos. La psicóloga e investigadora Brené Brown (2022) plantea que “el amor propio implica reconocer que somos dignos de amor y respeto, independientemente de nuestros errores y defectos”. Esta perspectiva desmitifica la idea irreal de perfección, nos libera de los sesgos sociales que acumulamos y nos da una mirada más empática, cercana y amable con nosotros mismos.
La distinción entre amor propio y egoísmo
El psicoanalista Erich Fromm, en su obra El arte de amar, nos ofrece una reflexión crucial: “el egoísmo y el amor a sí mismo no solo no son sinónimos, sino que son opuestos”. Esta idea nos ayuda a superar el temor de pensar que somos egoístas al reconocer y respetar nuestras necesidades, o al poner límites que garanticen nuestra paz y tranquilidad. A menudo, nos enfrentamos a voces internas que nos susurran que debemos priorizar a los demás para ser «mejores personas». Nos hacen creer que quien se ama y se respeta a sí mismo no será lo suficientemente empático, porque solo se centrará en sus propias necesidades. Pero Fromm argumenta lo contrario: la persona que logra una sana relación consigo misma no buscará satisfacer sus necesidades a toda costa ni por encima de los demás. Más bien, buscará paz y armonía en cada paso que dé. El amor propio no es un acto de egoísmo, sino la piedra angular sobre la que se edifica nuestro bienestar y nuestra salud mental.
Los pilares del amor propio
El amor propio es el camino hacia una vida plena y consciente, y se construye sobre varios pilares fundamentales que nos permiten fortalecer esa conexión con nuestro ser.
- Aceptación radical de uno mismo: Este pilar es la base. No se trata de resignarse, sino de aceptar quiénes somos en este momento, con nuestras fortalezas y debilidades. Es reconocer que no somos perfectos y que eso está bien. Esta aceptación nos libera de la constante lucha por ser alguien que no somos, y nos da la energía para trabajar en las áreas que queremos mejorar desde un lugar de respeto y no de autocrítica.
- Límites saludables: Poner límites es un acto de amor propio fundamental. Significa proteger tu energía, tu tiempo y tu bienestar emocional. Decir «no» sin sentir culpa es una habilidad que se desarrolla con el tiempo. Los límites no solo nos protegen, sino que también definen quiénes somos y qué toleramos en nuestras vidas, enseñando a los demás a respetarnos.
- Autocompasión: Trátate con la misma amabilidad y comprensión que le darías a un buen amigo. Cuando te equivoques, en lugar de castigarte con pensamientos negativos, pregúntate: «¿Qué necesito ahora?» o «¿Qué puedo aprender de esto?». La autocompasión es el antídoto contra la autocrítica destructiva y nos ayuda a recuperarnos de los fracasos con resiliencia.
- Conexión con los valores personales: Tómate el tiempo para entender qué te importa de verdad. ¿Cuáles son tus propósitos? ¿En qué crees? Cuando tus acciones están alineadas con tus valores, experimentas una profunda sensación de satisfacción y paz. El amor propio es el camino hacia una vida plena y consciente, y reconectar con tus valores es un paso crucial en esa dirección.
Estrategias prácticas para cultivar el amor propio
El trabajo continuo del amor propio requiere dedicación. En un mundo que nos empuja a ser validados constantemente por los demás y nos impone estereotipos casi inalcanzables, lograr una conexión sólida con nuestro ser exige pequeños detalles y acciones diarias. Aquí te dejamos una serie de «hacks» para que nutras tu relación contigo mismo:
- Elige dedicarte tiempo: No se trata de ser egoísta, sino de priorizar tu bienestar. Dedica tiempo a actividades que te apasionen, que te traigan alegría y paz. Puede ser leer, dibujar, cocinar o simplemente sentarte en silencio a tomar un café. Este tiempo a solas es vital para reconectar con tu esencia.
- Haz de tu diálogo interno un aliado: Comienza a monitorear tus pensamientos. ¿Qué te dices a ti mismo cuando cometes un error? Reemplaza la crítica con afirmaciones amables. Por ejemplo, en lugar de pensar «Soy un fracaso», prueba a decirte «Estoy aprendiendo y lo estoy haciendo lo mejor que puedo».
- Cultiva la gratitud: La gratitud te ancla en el presente y te ayuda a ver lo bueno en tu vida. Puedes llevar un diario de gratitud y escribir tres cosas por las que te sientes agradecido cada día.
- Cuida tu cuerpo: El amor propio también se manifiesta en la forma en que cuidas tu cuerpo. Aliméntate de manera nutritiva, haz ejercicio regularmente y prioriza un sueño de calidad. Estos actos de cuidado físico son una forma tangible de mostrarte que te valoras.
Los desafíos en el camino
A pesar de los beneficios, el camino hacia el amor propio está lleno de desafíos. Es un viaje que a menudo nos confronta con nuestras propias inseguridades y con los miedos que hemos acumulado a lo largo de los años. Es posible que te enfrentes a:
- El miedo a ser juzgado: A veces, priorizarnos nos hace sentir que los demás nos verán como egoístas o insensibles. Es importante recordar que las personas que realmente te quieren celebrarán tu bienestar.
- La resistencia al cambio: Estamos acostumbrados a patrones de pensamiento y comportamiento. Romper con la autocrítica y con la necesidad de validación externa requiere esfuerzo y paciencia. Es normal dar pasos hacia atrás, lo importante es seguir avanzando.
- Pensamientos negativos y la culpa: A menudo, nuestra mente está llena de voces negativas que cuestionan si realmente merecemos ser felices. Estos pensamientos son el resultado de años de condicionamiento, pero no son la verdad. La práctica de la atención plena (mindfulness) puede ser una herramienta poderosa para observarlos sin dejar que te definan.
El rol del apoyo psicológico
Si el camino te resulta muy complejo, si te abordan los pensamientos negativos o no sabes por dónde empezar, recuerda que buscar apoyo psicológico es una excelente opción. Un terapeuta puede ser tu guía en esta travesía. Te brindará las herramientas necesarias para enfrentar las creencias limitantes, gestionar las emociones difíciles y desarrollar una relación más sana contigo mismo. Recuerda que el amor propio es el camino hacia una vida plena y consciente, y no tienes por qué recorrerlo solo.
El amor propio es un viaje de autodescubrimiento y crecimiento constante. Es un proceso que nos va transformando paso a paso, desde los cimientos. Comienza con actos simples pero contundentes: elígete, reconecta con tus valores, toma un descanso, dedica tiempo a actividades que te apasionen y, lo más importante, sé amable contigo mismo. En la medida en que te elijas y te valides, dejarás de buscar en el exterior lo que ya tienes dentro.
¿Qué te gustaría hacer para nutrir tu relación contigo mismo y dar el gran paso hacia tu bienestar y tu plenitud?





